Al Dios que no existe (en mi)[1]

Dios exhausto e invencible, de leyes y estatuas.
Tú que naces del amor y también del miedo.
Dios perdido y encontrado en seis mil millones de fraguas.[2]
Tú que eres único, dictador e hijo del pueblo.[3]
Dios que moras en renglones torcidos, y en aldeas con lagos.[4]
Cómplice y escusa de abusos y esclavistas.[5]
Dios de la vaca, la paloma, el halcón, Dios dragón, Dios de los gatos.[6]
Dios invicto de diciembre, que nos iluminas.[7]
Dios de la plaga, Dios del milagro.[8]
Dios padre omnipotente, bálsamo de angustias de niños y niñas.[9]
Tú que robaste nuestras virtudes, Dios espejo idealizado.[10]
Dios eterno y vacio, carente de ilusiones,
Ascético, retirado del mundo, y de los hombres.[11]
Dios enemigo del sexo de la mujer, Dios de Moisés.[12]
Dios, no te puedo creer,
Pero si me escuchas, perdóname.

 

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[1] Existir: 1. intr. Dicho de una cosa: Ser real y verdadera. 2. intr. Tener vida. 3. intr. Haber, estar, hallarse. / Por lo cual se puede decir que Dios existe en el momento en que alguien lo conciba como real, dentro de su realidad subjetiva.

[2] La subjetividad de la fe.

[3] La fe usada, tanto como represión, como para sublevación.

[4] Referencias literarias a “Los renglones torcidos de dios” y “San Manuel Bueno, mártir”.

[5] Inquisición, Pederastia, Esclavitud por colonización con la fe como escusa, decapitaciones de radicales islámicos, malos tratos y torturas, genocidios en Asia, los Valcanes, los Nazis y un gran etc…

[6] Animales sagrados o iconográficos de distintas religiones

[7] 25 de Diciembre, Solsticio de invierno, “Sol invicto”, el renacer de la luz. La fecha en la que muchas religiones datan el nacimiento de su líder. Es solo un ejemplo de la estrecha relación entre astrología y religión. “El Dios Sol” de la prehistoria.

[8] Dios justiciero, al servicio del hombre, tal como expresaba Freud.

[9] Dios padre, según Freud,  la paternidad divina, no es lo primero, sino más bien una sustitución necesaria del hombre angustiado. El desvalimiento del hombre, el estado indigente de su naturaleza, fueron situados por el autor en la angustia originaria de la primera infancia.

[10] Según Feuerbach, ha sido el hombre quien ha creado a Dios, proyectando en él su imagen idealizada. El hombre atribuye a Dios sus cualidades, y virtudes, y le atribuye a este sus propios deseos realizados. Así, enajenándose, da origen a su divinidad.

[11] Referencia al Budismo, se busca el Nirvana y el equilibrio, a través de la meditación y el retiro, y el alejamiento de las necesidades fisiológicas y de todo lo superficial.

[12] El papel secundario y a veces denigrante de la mujer en muchas religiones, como es el caso de las religiones Abrahámicas (Judaismo, Cristianismo e Islamismo, entre otras). Donde en situaciones extremas la mujer es víctima de represiones y malos tratos, tales como la ablación.